No es una festividad grata y aunque algunas personas regalen bombones por “costumbre”, el 8 de marzo tiene una historia marcada por la lucha en la igualdad, el reconocimiento y ejercicio efectivo de los derechos de las mujeres. En la actualidad una nueva ola feminista emerge cada día más fuerte con la finalidad de ampliar más libertades sin dejar de visibilizar, debatir y cuestionar injusticias. En esta nota profundizaremos algunas de las activistas que cambiaron el paradigma.
El 8 de marzo de 1908, en una fábrica de Cotton, Nueva York, 129 mujeres murieron en un incendio luego de que se declararan en huelga con permanencia en su lugar de trabajo. El motivo se debía a la búsqueda de una reducción de jornada laboral a 10 horas, un salario igual al que percibían los hombres que hacían las mismas actividades y las malas condiciones de trabajo que padecían. El dueño de la fábrica ordenó cerrar las puertas del edificio para que las mujeres desistieran y abandonaran el lugar. Esto desembocó en la muerte de las obreras que se encontraban en el interior de la fábrica. Ese mismo año, el 3 de mayo, se realizó un acto por el día de la mujer en Chicago, preámbulo para que el 28 de febrero de 1909, en Nueva York, se conmemore por primera vez el “Día Nacional de la Mujer”.
La situación de opresión de las mujeres por parte de los hombres es un hecho histórico. Desde mandatos referidos al hogar, formas de vestir, de actuar, las convertían en una minoría oprimida. Una de las primeras que se impuso fue Hipatia de Alejandría quien fue una de las primeras mujeres, de las que se tiene documentación, en desarrollarse en el área de la matemática, astrología y filosofía.
En el año 380 escribió sobre geometría, álgebra y astronomía, mejoró el diseño de los primitivos astrolabios —instrumentos para determinar las posiciones de las estrellas sobre la bóveda celeste— e inventó un densímetro un instrumento de medición que sirve para determinar la densidad relativa de los líquidos sin necesidad de calcular antes su masa, conductividad y temperatura. Llegó a ser directora del Museo de Alejandría, siendo pionera en toda la historia de Grecia.
En 391 el cristianismo se convierte en religión oficial y única del Imperio Romano. Hipatia era pagana y, además se había convertido en una mujer influyente, no sólo en las ciencias sino también en la política. Fue brutalmente golpeada y asesinada por fanáticos cristianos, un grupo de monjes integristas.
Mary Wollstonecraft fue una escritora y filósofa británica, una de las pocas mujeres dedicadas que podría ganarse la vida como escritora en Londres en 1790. Su obra más reconocida es 'Vindicación de los derechos de la mujer', donde argumenta que los hombres y las mujeres son iguales por naturaleza, y que solo son tratados de distinta forma por su educación en la vida.
Flora Tristán nació en París en 1803 y tuvo una infancia humilde. Se casó por obligación a la edad de 17 años para evitar las penurias económicas. Su padre nunca la reconoció como hija legitima y la separación de su matrimonio fue una estigmatización que la persiguió toda la vida.
En ese contexto se abrió camino como escritora. En la “Emancipación de la mujer”, que se publicó dos años después de su muerte, o “La unión obrera”, sienta las bases del feminismo y pone de manifiesto los derechos de los trabajadores y, más en concreto, de las mujeres.
Rigoberta Menchú, nacida en Guatemala en 1959, es una activista de los derechos humanos. De origen campesino, al comienzo de su vida tuvo que lidiar con la pobreza, la discriminación y la represión de las clases dominantes guatemaltecas.
Tuvo que sufrir la muerte de su madre y de varios miembros más de su familia, asesinados por la policía paralela, los “escuadrones de la muerte”. Se exilió a México para escapar de la represión y publicó su autobiografía en 1983, que fue escuchada por las Naciones Unidas. Una de sus mayores aportaciones fue denunciar la situación de la mujer indígena en Latinoamérica. En 1992, fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz.