Revista de Monte Castro


Revista Nº 105


Revista Monte Castro Nº105

NOTAS:


"NUESTRA REVISTA"

Después de dos revistas digitales, volveremos a tener en nuestras manos la revista en papel. Solo lo pudimos lograr con el gran esfuerzo económico de nuestros auspiciantes y la buena predisposición y cuidados con todos los protocolos que nuestras promotoras prestan para repartirlas.

Sabemos que no fue fácil la llegada a los clientes de las 2 tiradas digitales, pero hoy el 95% de las personas están conectadas a las redes. Hemos recibido muchos comentarios sobre las notas y avisos publicados de nuestros Socios y de esa manera nos enteramos que muchísimas personas las disfrutaron.



Solo faltan 3 meses para terminar el año, un año muy difícil, ÚNICO para nuestra generación, pero si Ud. está leyendo esta nota, debe dar GRACIAS A DIOS porque, hasta ahora ha superado esta pandemia, sin descartar que se ha cuidado correctamente y ha protegido a sus seres queridos de contagiarse.

Me gustaría proponer que cuando esta pesadilla termine, VECINOS Y COMERCIANTES nos organicemos para sacarnos una gran foto para la tapa de nuestra revista. Es una forma de trasmitir la fe y esperanza al futuro que nos espera. FALTA MENOS... UN ABRAZO!

María Cristina Ribaudo
Presidente

En estos últimos meses los casos se intensificaron, pero hubo más aperturas en los negocios, mientras tanto los hospitales tomaron distintas temáticas sobre este nuevo panorama de “normalidad”. En la siguiente nota profundizaremos como estas realidades atravesaron el barrio en general. Desde el Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en el barrio de Monte Castro, desde que inició la pandemia hasta los primeros días de septiembre se contabilizaron un total de 635 casos de infectados. Al contabilizarse por el criterio de lugar de residencia que figura en el DNI del paciente, muchos de los mismos puede que no se encuentren en el barrio.

Para eso se desarrolló el programa DetectAr Movil, que se implementó en primera instancia en barrios vulnerables y que también se aplicó en Monte Castro. Dicho programa involucra a los efectores del primer nivel de atención, es decir, los Cesac, quienes tienen los permisos correspondientes con el objetivo de extender la búsqueda a toda la ciudad.

Cuando el hisopado da positivo se arma una lista con la información de dicha persona firmando una declaración jurada diciendo con quiénes estuvieron unos días antes de aparecer los síntomas como fiebre, tos seca, cansancio, dolor de garganta, dolor de cabeza, pérdida de olfato entre otros.

En Monte Castro, la aparición del virus coincidió con una alta taza de casos de Dengue, la mayoría atendidos en el Hospital Vélez Sarsfield. El mismo hospital denunció la falta de insumos, en este reclamo la Asociación de Comerciantes Industriales Profesionales de Monte Castro, donó barbijos y colaboró en otras acciones solidarias durante la cuarentena.

Por otro lado varios negocios se vieron afectados, así como en distintas partes del país, pero muchos comenzaron nuevos emprendimientos, volcándose a la venta online o reinventándose en medio de la crisis. Quienes desde el día uno estuvieron habilitados notaron una mayor compra y campañas realizadas por Radio Monte Castro, alertaron a los vecinos a comprar en el barrio.

Otros negocios habilitados mantuvieron sus ventas como fue el caso de las ferreterías. “Por suerte pudimos organizarnos bien en la cuarentena, ahora con la apertura en otros comercios las personas van a distribuir sus necesidades”, comentó Oscar que tiene una ferretería que aclara que la situación no está fácil, pero que hay que seguir peleando para hacer la diferencia y que pronto se estará tomando el ritmo de antes.

Las primeras celebraciones del Día de la Madre se remontan a la antigua Grecia, donde se le rendían honores a Rea, la madre de los dioses Zeus, Poseidón y Hades. Posteriormente los romanos llamaron a esta celebración Hilaria cuando la adquirieron de los griegos. También los pueblos originarios tienen presente a la Madre tierra o Pacha Mama, una diosa de la fertilidad que preside la siembra y la cosecha. Cultura que sobrevive al día de hoy con cantos, pinturas pero también películas, una relación abordada de diferentes maneras y géneros que hoy recomendaremos para la cuarentena.

Mere en francés, madre en español e italiano, Mutter en alemán, mai en portugués, mama en kisuajeli, umame en zulú, umm en árabe, imeh en hebreo, moeder en holandés, moder en sueco y danés, amn en hindi y urdu, mitir en griego, mor en noruego, mat´ en ruso, me en vietnamés, mu en chino o ñuke en mapuche. No importa como le digas, el lenguaje cinematográfico es otra forma de ver como ese rol puede ser plasmado en unos minutos con unas interpretaciones que se encuentran a otro nivel. Vamos a dejar de lado clásicos cómo el excelente musical de

“Mamma Mia” o la comedia de “Un viernes de locos”, que aunque son graciosas, son unas de las más conocidas.

En la siguiente lista profundizaremos algunos trabajos menos conocidos como “Lady Bird” donde una estudiante de 17 años que cursa el último año en una escuela secundaria católica en los suburbios de Sacramento, donde la relación que tiene con su madre será dinámica y vital para encontrarse a sí misma.

“El sustituto” es una película protagonizada por Angelina Jolie y dirigida por Clint Eastwood. La trama está basada en un caso real ocurrido en la década de 1920, llamado “los asesinatos del gallinero de Wineville”, ocurridos en Los Ángeles, Estados Unidos y que incluían la desaparición y el intercambio de niños. Dramática y fuerte pero al mismo tiempo emotiva.

“La habitación” está protagonizada por Brie Larson y Jacob Tremblay y nos trae un suspenso constante con una atención al detalle usando un pequeño espacio para comunicar desde los primeros minutos. Es una historia llena de emociones encerradas, una transformación progresiva que atrapa al espectador. En género de terror tenemos al director argentino Andrés Muschietti con “Mama”, una de los trabajos que lo lanzó al estrellato, usando efectos, trucos de cámara y narrando una historia que hiela la sangre. “Madre!” (Recientemente subida a Netflix) es la más polémica de todas, pero que podría funcionar como una increíble obra de teatro. Te oprime, te da vueltas y deja una reflexión que va más allá de lo que muestra.

Mientras que hay más aperturas y la nueva normalidad toma forma, las recomendaciones de quedarse en casa son esenciales para estos momentos. De esta manera desde la Asociación de Comerciantes Industriales Profesionales de Monte Castro te traemos una lista de los mejores shows para ver en la plataforma más conocida. Si bien ya hay disponible una lista de películas, la magia de ir a un recital es poco probable en un corto plazo, además de que es difícil recrear la misma sensación. Pero ¿Y si te mostramos los que marcaron historia? Enumeraremos los más épicos a nivel nacional e internacional, con una calidad de sonido de consola, atrapados en el estadio para volver a repetirse gracias a la tecnología de ahora, solamente buscando Radio Monte Castro y Recitales en YouTube.

Queen es una de las bandas que fue un antes y después en la música, sin dudas. Aunque su participación en el “Live AID” fue muy reconocida y potenciada por la reciente película de “Bohemian Rhapsody”, hay dos shows que derrochan calidad. El primero es Live at Wembley '86 grabado el 12 de julio de 1986 durante el Magic Tour en el Estadio de Wembley en Londres, Inglaterra. El segundo es bien argentino, Live In Argentina el 1 de marzo de 1981 en el estadio de Vélez Sarsfield.

Oasis – Knebworth de 1996 es considerado uno de los conciertos más importantes de toda la historia. En aquella época, Oasis había llegado a la cumbre del britpop y después de que su segundo álbum, (What's the Story) Morning Glory?, vendiera 500.000 copias solo la primera semana y 28 millones en el mundo.

Al ver el éxito quisieron celebrarlo a lo grande y en sus dos shows acudieron para obtener las entradas 3 millones de personas (cifras casi imposibles de alcanzar al día de hoy), solo pudieron acudir unos 500.000 espectadores pero ahora cualquiera puede ponerle play.

Hace poco se cumplió el aniversario de la muerte de un potro musical. Rodrigo en el Luna Park, recientemente fue subido a YouTube en HD para traer la misma energía que transmitió en el Luna Park allá por principios del 2000. Este recital incluye temas inéditos con Carlitos "Pueblo" Rolán y Eduardo Gelfo.

Un ángel para tu soledad, Espejismo, Nueva Roma, Salando las heridas, La hija del fletero, Botija rapado, Caña seca y un membrillo, El pibe de los astilleros, Susanita, Maldición va a ser un día hermoso. Algunos de esos temas sonaron en el estadio de Huracán en el 94, y aunque hay hitos como los que ocurrieron en la cancha de Racing, la calidad sonora de este está muy elevada. Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota suenan como nunca en vivo.

Las orquestas sinfónicas y los escenarios tienen que estar en sintonía. El estadio Orfeo de Córdoba tiene varias voces, pero uno de sus shows más prolijos fue el de Jorge Rojas. Uno Mismo, Coplas Populares, Vuelvo son manifestados con una calidad que roza el estudio y envuelven oídos en un sinfín de ilusiones al igual que cada video subido por aquellos héroes anónimos de internet que mantienen en los servidores momentos únicos.

Título de la obra: "Elio"

Seudónimo: Nina Adam

Antonio no dejaba de observarme, la milanesa con puré enfriándose en su plato. “Comé, Toni, que cuando esté frío no te va a gustar”- frunció las cejas e intentó cortar la milanesa sin éxito. Uno creería que a los siete y medio el nene iba a saber usar tenedor y cuchillo pero le seguía costando. “Acomoda bien los dedos, así”, le mostré usando mi mano, “ahí va, lo mismo con el cuchillo, con cuidado”. Hace dos días ya que no me decía ni una palabra. Supe desde el primer minuto que estaba sospechando de mí, atando cabos uno por uno.

Hay una oscura verdad que los amigos imaginarios sabemos pero en la que no queremos pensar demasiado: cuando tu niño aprende que sos imaginario, es hora de irse. Uno se olvida de esto, porque empiezan a pasar los meses y nos creemos eternos. Guardamos la fantasía de que todo fue un error y nuestra existencia no depende de un infante. Nosotros mismos nos olvidamos de nuestra condición imaginaria.

Toni me creó a los dos años, en medio del egocentrismo subjetivo y mágico que caracterizaba a la edad. Yo era una bola roja con dos ojos y una nariz. Me encantaría decir que es alguna metáfora pero no, su capacidad creativa en esa época llegaba hasta ahí, por lo tanto, yo también.

Con el tiempo me fui formando, o más bien, nos fuimos formando juntos. A los pocos meses hizo mi boca para que podamos charlar en la cuna después de la mamadera. Cuando empezó a correr por toda la casa, me imaginó un par de piernas para que pudiera seguirlo; así como un par de brazos para dibujar juntos. Mis colores fueron cambiando, hasta llegar a un tono rosado cercano a la piel de un humano, acompañada de pecas idénticas a las suyas.

Nunca había pensado en que Toni sepa la verdad hasta hace un año, cuando la amiga imaginaria de Pipa desapareció. Pipa y Toni juegan juntos desde que empezaron el jardín, y junto con Pipa siempre venía Lola. Es cierto que las nenas maduran antes que los varones, en el mundo imaginario se sabe muy bien, y Lola no fue la excepción. El martes pasado, la mamá de Toni nos había ido a buscar a la escuela cuando se encontró con Andrea, la mamá de Pipa. Vieron cómo son las madres en la puerta del colegio, pueden hablar por horas cuando uno sólo piensa en cuánto falta para la merienda. Entre comentario y comentario, Andrea alardeó: “Pipa está mucho menos tímida, la verdad que la veo muy extrovertida, madura, ¡dejó de jugar con peluches y la amiguita imaginaria esa! Es una señorita”.

Toni me miró de reojo, había escuchado el término ‘amigo imaginario’ varias veces pero esta vez entendía el vocabulario. Esa noche nos fuimos a dormir en silencio, él en su cama y yo sobre el cajón de los juguetes, como siempre. Pero algo había cambiado porque, por primera vez, no sintió necesidad de decirme “buenas noches Elio”. Cuando finalmente terminó la milanesa y casi todo el puré, Toni se encerró en su habitación sin fijarse si yo había entrado o no. Entré igualmente y lo vi jugando con autitos en el piso.

“¿Puedo jugar?”, me acerqué.
“Sí”, me deslizó el auto rojo por la alfombra y notó que no pude agarrarlo cuando pasó por delante de mí. “Levantá el auto, Elio”
“No quiero jugar ahora que lo pienso, no importa”
“Dale, levantalo”
Quise hacerlo, pero mis manos traspasaron el plástico.
“Yo sé por qué no podes”, dijo arrogante. “No sos de verdad y ya lo sé”

Un dolor punzante en el pecho empezó a complicarme la respiración. Y sabía que mi tarea era dejarlo darse cuenta, pero me invadió un instinto de lucha que jamás había experimentado. No iba a dejar que esto suceda tan rápido.

“¡Obvio que soy de verdad, tonto!”, le mentí sonriente, “sino no estaría acá charlando con vos, no podrías ni verme” Me escaneó con la vista de arriba abajo, y el dolor en el pecho cedió. Pasaron tres minutos hasta que finalmente volvió a levantar la vista del autito y me dijo, “mamá no puede verte. Siempre que le digo que vea lo que estás haciendo, mira mal”.

Era verdad. Las mamás siempre miran un poco más a la izquierda o un poco más arriba, lo intentan pero raramente apuntan los ojos correctamente. No las puedo juzgar, por lo menos intentan.
“Eso no tiene nada que ver”, quise cambiar de tema, “dale, juguemos a otra cosa que los autitos me aburrieron”
“¿A la lucha?”
“¿Desde cuándo queres jugar a la lucha?”
“En la escuela mis compañeros lo juegan en el recreo aunque la maestra no quiere”, se rio. “Dale Elio, jugamos a eso”

Se lanzó sobre mí y yo logré moverme para el costado. Intentó de nuevo pero salté rápido, para después salir corriendo de la habitación. Corrimos juntos por la cocina, yo subiéndome a la mesa y él yendo por abajo, trepamos por el sillón y abrimos la puerta del patio de una patada. Me tiré al pasto, Toni junto a mí. Nuestros pulmones al borde del colapso pero con caras sonrientes. Y en ese preciso instante, Toni movió su mano y no sentió la mía. Me miró asustado.
Quise acomodarme para intentar cubrirme pero mi mano ya no estaba ahí. No tenía brazo derecho. Me estaba yendo de la misma manera con la que llegué al mundo, de a partes.
“¿Qué te pasa?”, escuché un tono de llanto en la voz de Toni, que me miraba perplejo.
“Tenías razón”, me rendí.
“No puede ser”
“Sí, ya está, no pasa nada”
“No quería tener razón, ¡te prometo!”
“Yo tampoco quería que la tengas esta vez, pero no es tu culpa”
“Cuando jugamos a las adivinanzas tampoco querías que tenga razón”
“Es verdad”, me reí. “Ahí no quería, pero ahora menos”

Mi pierna empezó a desvanecerse frente a nuestros ojos pero ya no tenía miedo, entendí que había llegado al hora. Le recordé a Toni que se porte bien en la escuela pero que también se acuerde de divertirse y jugar a la lucha si quiere. Que confíe en su hermano mayor y que tome menos Coca Cola.
“Pero todavía no sé usar el cuchillo, Elio, no te podes ir todavía”
“No llores. Anda a buscar los cubiertos que te enseño rápido, corre, dale”

Toni se levantó y fue a buscarlos a la cocina pero cuando volvió con el cuchillo y el tenedor, yo ya no estaba.
Lloró toda la tarde y por más que quería verme, no podía imaginarme sin saber que era un invento. Recién cuando se calmó y se hizo la hora de dormir, su papá lo ayudaba a ordenar la pieza mientras él se ponía el pijama. “¿Dónde está el autito rojo, Ton? Acá está sólo el azul”, preguntó Gustavo mirando debajo de la cama.
Toni, entre confundido y aliviado, se acostó y contestó: “se lo presté a un amigo”.

(Seudónimo: Luciérnaga)
“Entre”
Cuando me rechazas
yo no me siento rechazada
y aún así me estás diciendo
que no y aun así
me estás marcando un límite.

Pero no me siento rechazada
porque yo no estoy ahí
ni delante ni detrás
de esa línea ficticia.
Yo no estoy sobre una línea.

Yo estoy adentro.
Yo habito tus fisuras.
Estoy sentada en los escombros
de lo que debe ser.
Un poco incómoda, sí,
pero hay espacio para que vengas
y charlemos un rato.

Vos me decís
que no podés ser mi amigo,
mientras das vueltas buscando
los cimientos de lo que
(no) pudimos ser.
Derrida te explicaría mejor
esta cosa de pensar la vida
como un río
pero sin cauce ni desembocadura.

Pero entre los escombros
sólo estoy yo. Perdón.
Entonces, te digo Te quiero.
Y escucho el estruendo
de la última columna
estrellándose contra el piso.

Vivimos un momento particular, de un virus que ha conmovido nuestra cotidianeidad.
Cada persona, aprendiendo a cuidarse y cuidar, como se pueda.

Con respecto a lo que ésta pandemia afecta, sobre todo la salud física, se vienen realizando tareas de prevención y de atención.
En lo psicológico también, donde hay consecuencias con determinadas sintomatologías:
En un principio, nos descolocó. Fue la incertidumbre. La tendencia es buscar certezas.
El instinto de supervivencia hace que en general, el ser humano preserve su vida. Esto desde la prehistoria hasta la actualidad; y ha hecho que el mismo se adapte a su entorno.

Más allá de ello, trajo perjuicio en diferentes áreas, como ser el sueño, la alimentación, debido a trastornos de ansiedad y estados de angustia.
Fluctuación del ánimo, desde el desánimo a la irritabilidad.
Miedos, estrés laboral, problemas económicos, convivencia familiar dificultosa, frustación, agotamiento, distancias afectivas, distorsión del tiempo, sensación de encierro.

Cómo reducir éste impacto en la salud mental?
Es fundamental tratar de bajar la ansiedad, manteniendo un orden en ciertos horarios, como ser de comidas y de sueño.
Tener pensamientos realistas/positivos.
Poder pararnos en lo que podemos hacer.
Valorar lo que realmente tiene varlor.
Actividad física, caminatas. En casa, escuchar música, bailar, junto con el trabajo respiratorio.
Dar lugar a la expresión, por ej; por medio del arte. Esto también incluye a la comunicación .
Tratar de tener momentos de alegría, la risa es muy terapéutica.
Ser resiliente, que es la capacidad de enfrentar, superar y transformar el dolor o la dificultad, en crecimiento.
Aceptar la situación, teniendo esperanza, proyectos que nos motiven.
Ya que el mundo externo está complicado, utilizar el tiempo para cultivar nuestro mundo interno.

Y poder pensar…qué aprendizaje nos está dejando?

Lic. Silvia Aboitiz

Radio Monte Castro sigue transmitiendo en cuarentena y brindando servicio al barrio para a quienes la escuchan, recomendando películas, radio teatros, podcast, discos y promocionando a los comerciantes asociados de forma gratuita. La grilla crece y los espacios se nutren de voces listas para salir al aire ¿Qué esperás para sumarte? Las actividades para el día del niño vinieron acompañadas con el centenario de la radio, donde sonó una historia que se podía escuchar y ver a través de las redes sociales. “El chico con antenas y la brujita del eter”, está disponible en Spotify, YouTube y todas las plataformas de streaming. Pronto además de incursionar en la FM probaremos otras páginas conocidas, para que las voces alcancen mayor difusión.

“Los locos de la Azotea” hace 100 años y contando, realizaron la primera transmisión radial y en conmemoración armamos un especial con radios amigas como la Rock and Pop, Radio Presente, Radio Monk, Radio Parque Patricios entre otras. El podcast se llama “Entre los medios”, donde profundizamos la historia y las vivencias de los comunicadores o trabajadores, sin filtros y con mucha pasión.

No solamente se comunica con la radio sino que ahora la misma incursionó con los algunos cortometrajes que irán lanzando en la cuenta de Instagram @radiomontecastro. Pero si de largometrajes se trata tenemos una lista disponible en YouTube llamada Radio Monte Castro y pelis, donde pueden encontrar más de 200 películas gratis para ver. Para más información visitar www.radiomontecastro.com o la página oficial de la Asociación de Comerciantes Industriales Profesionales de Monte Castro, en ella podrán ver una grilla con toda nuestra programación.

El programa Acompáñame con Abel Picallo sigue prendido en la sintonía de los lunes de 19 a 20hs trayendo las mejores entrevistas por teléfono en esta cuarentena, comunicándose de manera internacional y dando un panorama nacional en cine, teatro y televisión. Luego continua Bondi 23 de 21 a 22hs con humor, noticias del deporte, efemérides y curiosidades.

Si no tenés ganas de acceder a las plataformas, los martes de podcast son para vos, donde a las 15hs se transmite de manera ininterrumpida todo el material que escapa de lo atemporal para sonar en vivo. “Cancheros Deportes” retoma con todo la información de la mejor manera con la típica visión latinoamericana porque la pelota rueda nuevamente y David Aristazábal te cuenta sus andanzas de 17 a 18hs.

Vuelve “Nada es lo que parece”, para mostrarte una mirada diferente con las voces de Norberto y Gustavo, acompañados por la mejor música y unos informes alucinantes, los miércoles de 21 a 22hs. Sigue “Hablemos de Arte” con Evi Lemos en la conducción y Carlos Ruiz Monasterio como acompañante en esta aventura donde el cine y otras maneras de expresar son protagonistas.

“Compartimos la semana” te trae todo lo que tenés que saber de la mano de Alejandro en dos horas informativas, con buena música y cierres poéticos, todos los viernes de 17 a 19hs. Continua “Creando Puentes”, con entrevistas especiales y experiencias de vida que ocurren en diferentes lugares del planeta, escuchalas también los viernes de 19 a 20hs.

Vélez aterriza en Radio Monte Castro para que suene FORTINERAS VÓLEY de 19 a 20hs con la conducción de Pablo Borreli junto a Antonela Curatola, Guido Cipolla y Juan Cruz Spagnolo en la co-conducción. Con novedades del ámbito del voley femenino, actualizando datos y siempre deseando que pronto todo vuelva a la normalidad.