Revista de Monte Castro


Revista Nº 127


Revista Monte Castro Nº127

NOTAS:


EL INVIERNO

Si bien estamos enfrentando los meses más fríos del año, venir a recorrer el Centro Comercial, no solo nos invita a comprar alguna de nuestras variadas ofertas en muchísimos rubros, sino también podemos comprobar precios muy compatibles para poder llevarnos lo que nos gusta a casa.

Además, aunque no compremos hacemos el ejercicio de caminar, ya que los comercios están a lo largo de muchas manzanas de la zona de Monte Castro y barrios aledaños.

Hoy, el 98% de los comercios tienen la forma de pago que necesitamos, contando también con promociones que lo invitan a utilizarla para lograr un costo menor de lo que compramos.
Teniendo en cuenta todo esto, no hay excusa para no venir a recorrer nuestras calles, desayunar, almorzar, merendar o cenar en la variada gastronomía que tiene el barrio. El frío no es un pretexto para no venir, el calor humano del barrio, su gente, los profesionales y el comercio hacen que la pasemos muy bien.

María Cristina Ribaudo
Presidente

Este 16 de Junio se celebra el Día del Padre, una figura para muchos relevante e importante en la formación del carácter, las construcción de vínculos emocionales, o simplemente por su presencia misma que encarna la protección y el cariño. “El padre es el roble que brinda sombra y protección, pero también fuerza que impulsa a sus hijos a alcanzar nuevas alturas”.

Más allá del estereotipo conocido, se entiende que se puede tener muchos “padres” en la vida, inclusive no hay necesidad de que se tenga una conexión biológica porque la idea de protección, de ejemplo y de cariño puede crearse y crecer con el tiempo, hay padres que aparecen sin pedirlos. Esos padres pueden ser una grata sorpresa, un encuentro impensado, como un guía en bosque lleno de incertidumbre. La paternidad carga consigo muchas expectativas y prejuicios que fueron cambiando a lo largo del tiempo y del lugar, no podemos decir que ser padre es lo mismo ahora que a principios del siglo XX, o en la Edad Medieval, o inclusive en otras partes del mundo.

No todos nos criamos con las mismas costumbres, tradiciones, frustraciones, alegrías, ni con el mismo poder adquisitivo, ni con las mismas oportunidades.

La paternidad forma parte de la vida como un regalo más, incondicional en muchos aspectos e inolvidable para otros.



Ilustración: Rodrigo Di Palma
Por Nerina B. Pérez Fiumara
¿Cuál es la verdadera independencia para nosotros? Aquella que nos ofrece la libertad de elegir, que cree en la unión por sobre las diferencias individuales, la que busca ser diferente a lo conocido, que reconoce la concepción de patria, la que pelea con valentía y sin dogmatismos, aquella que pone en valor las tradiciones y la identidad de un pueblo. No existe una verdadera independencia sin la concientización del proceso que determinó llegar a ella.

En tiempos donde la libertad, la soberanía, el federalismo y la patria son conceptos a veces adueñados por algunos, sin entender el valor y el origen de ellos, se vuelve difícil reivindicarlos con la alegría que nos genera estas fechas patrias. Sin embargo, es necesario debatirlos y recordarlos, son parte de nuestra identidad como pueblo. Esta nación no sería nada sin este proceso tan doloroso como glorioso para nuestros próceres y para todas aquellas personas no reconocidas con nombres propios en nuestros libros de historia pero igualmente valientes que dejaron su sangre en cada batalla.

El 9 de Julio de 1816 un grupo selecto de representantes de las Provincias Unidas firmó el acta en la cual ponía fin a siglos del dominio español, aquellos 28 diputados se congregaron durante meses en el Congreso de Tucumán para debatir y trabajar arduamente en la creación de una nueva nación. En ese lugar se empezaron a escribir los primeros esbozos de lo que actualmente llamamos Argentina. El Congreso fue convocado en un momento crítico, cuando la Santa Alianza promovía en Europa la restauración monárquica y combatía los movimientos liberales y democráticos. El inicio en Tucumán respondió al creciente disgusto de los pueblos del interior con Buenos Aires, que había impuesto sus criterios centralistas, desconociendo las tendencias confederales de la mayoría de esas provincias. Las provincias fueron convocadas para reunirse en Tucumán y enviaron sus diputados. Aunque algunas del Alto Perú, en manos realistas, estuvieron incluidas, no participaron Santa Fe, Corrientes, Entre Ríos y la Banda Oriental debido a diferencias políticas. Entre los congresistas predominaba el sentimiento antiporteño.

Las sesiones se iniciaron el 24 de marzo de 1816, y tras una serie de cambios en la dirección, Juan Martín de Pueyrredón fue elegido Director Supremo con el objetivo de pacificar y unir a todo el territorio. Los diputados Esteban Agustín Gazcón, Teodoro Sánchez de Bustamante y José Mariano Serrano presentaron un plan aceptado por todos, que incluía la necesidad de unión, la declaración de independencia, la discusión sobre la forma de gobierno y la elaboración de un proyecto de Constitución.

Después de arduas discusiones, el 9 de julio de 1816, el Congreso proclamó la existencia de una nueva nación libre e independiente de España: las Provincias Unidas de Sud América. Este momento histórico que logró la ruptura de los lazos coloniales con España en Buenos Aires, pero en 1816 se dio una gesta más amplia que involucraba a las provincias y hermanaba a los pueblos del país en una intención común: la soberanía, la emancipación y la independencia.



Es imprescindible entender que el proceso de independencia estuvo plagado de victorias y resistencias que forjaron las condiciones necesarias para aquel 9 de Julio, como por ejemplo en el noroeste con Martín Miguel de Güemes, quien logró fortalecer las fuerzas gauchas en la batalla de Salta en 1814 con la consolidación del control independentista en la región y con el aumento de la moral de las fuerzas patriotas debido a que su victoria contribuyó a reducir la presión realista que tenía la expedición libertadora del General José de San Martín en el Rio de La Plata y los Andes. En esa época, la libertad no hablaba desde la autonomía individual, todo lo contrario, la libertad se encontraba en la unión, en la organización y en la fuerza colectiva de lo que para muchos significaba algo imposible. ¿En dónde hoy encontramos esa imposibilidad? ¿Podemos llegar a lograr las condiciones necesarias para superarlas? ¿Cómo lograrlo sin ser conscientes del proceso y de las acciones de cada uno de nosotros?

“Es justo que los pueblos esperen todo de sus dignos representantes; pero también es conveniente que aprendan por sí mismos lo que es debido a sus intereses y derechos. Felizmente, se observa en nuestras gentes, que sacudido el antiguo adormecimiento, manifiestan un espíritu noble, dispuesto para grandes cosas y capaz de cualesquier sacrificios que conduzcan a la consolidación del bien general. Todos discurren ya sobre la felicidad pública, todos experimentan cierto presentimiento de que van a alcanzarla prontamente; todos juran allanar con su sangre los embarazos que se opongan a su consecución; pero quizá no todos conocen en qué consiste esa felicidad general a que consagran sus votos y sacrificios; y desviados por preocupaciones funestas de los verdaderos principios a que está vinculada la prosperidad de los estados, corren el riesgo de muchos pueblos a quienes una cadena de la más pesada esclavitud sorprendió en medio del placer con que celebraban el triunfo de su naciente libertad.” – Mariano Moreno, “Sobre el Congreso convocado, y Constitución del Estado”; Gazeta de Buenos Ayres, 1, 6, 13 y 15 de noviembre, y 6 de diciembre de 1810.

Congregación de los representantes para labrar el Acta de Independencia

Por Nerina B. Pérez Fiumara
El 20 de Julio se recuerdan aquellas amistades presentes en todas sus formas, con los recuerdos intactos de lo vivido, con las sonrisas inexplicables, con proyectos pendientes, con el amor de siempre. Ahora bien, es importante destacar que las redes sociales posibilitan un nuevo tipo de “amistad”, basada en las reacciones, en los likes, en los stickers, donde las pantallas dominan gran parte de las interacciones sociales.

El concepto de amistad en la Era Digital se transformó radicalmente, lo que ha generado nuevos desafíos significativos para construcción y el cuidado de relaciones humanas. Un estudio llevado a cabo en 2023 por investigadores del CONICET, que se centró en el uso pasivo de las redes sociales y el malestar psicológico, reveló que, en promedio, los usuarios tienen aproximadamente la mitad de sus seguidores en redes sociales conformados por familiares y amigos. En el trabajo de investigación, realizado por María Laura Lupano Perugini y Alejandro Castro Solano, se les preguntó a los usuarios si estarían interesados en conocer personalmente a sus contactos en las redes sociales, a lo que solo un 14% respondió afirmativamente, un 45% indicó que no le interesaba y el 41% restante manifestó que le resultaba indiferente.

Esta nueva época genera una cultura de la conexión superficial, donde se priorizan más las apariencias que las experiencias reales y, al mismo tiempo, contribuye a crear una idealización de la amistad a partir del mundo digitalizado y sus gratificaciones desligadas del mundo físico. Hay una introducción a una nueva disciplina en las relaciones sociales mediante las plataformas digitales online, cuando parece que se ejerce una mayor oportunidad de conexión con el exterior en realidad se sumerge en el aislamiento del individuo, todo vínculo se reduce al uso de una pantalla. Asimismo, el uso excesivo de la tecnología puede obstaculizar la capacidad de las personas para desarrollar habilidades sociales significativas: hay una disminución de la empatía, crece la ansiedad y se genera cierto rechazo hacia la comunicación cara a cara.


Más allá de estos aspectos, se entiende que la tecnología es una herramienta más para conectarse, informarse y entretenerse. Pero es importante visualizar qué tipo de responsabilidades conllevan las nuevas tecnologías y las redes sociales al ser una parte imprescindible de la vida del ser humano en este momento. En lugar de compartir experiencias y emociones en persona, muchas veces se priorizan las interacciones banales a través de mensajes de texto o comentarios en línea. La cotidianidad de las situaciones sociales como ir a tomar un café, ir a jugar un partido de fútbol, juntarse a estudiar o realizar un proyecto de trabajo, inclusive salir a la vereda a charlar con los vecinos, no pueden ser remplazadas tan fácilmente por mensajes de textos, reacciones de Instagram o videollamadas sin poder ver los profundos cambios que producen en el conjunto de la sociedad y los nuevos desafíos que demandan.

“Una nueva tecnología a veces crea más de lo que destruye. A veces, destruye más de lo que crea. Pero nunca es unidireccional.” – Neil Postman, Divertirse hasta morir: el discurso público en la Era del “Show Business”, 1985.

Por Nerina B. Pérez Fiumara

Los argentinos logran encontrar características especiales debido a la creatividad popular, en particular en los lugares que se habita: los barrios.

Argentina es un país caracterizado con una historia llena de diversidad, tradiciones, costumbres dentro de su idiosincrasia como en su evolución social. Durante el siglo XIX y principios del XX, Buenos Aires experimentó una rápida urbanización y una migración constante que llegaban en busca de oportunidades. Esto permitió incrementar la diversidad lingüística y cultural de la ciudad, los barrios se llenaron de tradiciones y costumbres. La identidad de los barrios se genera debido a que las comunidades reflejan sus culturas en la geografía y/o en sus historias únicas. Por ejemplo, barrios como La Boca recibieron apodos relacionados con su ubicación cerca del puerto, o con su vínculo al arte y a la cultura del tango, es por eso que le dicen el barrio de los artistas. Estos nombres ayudan a forjar un sentido de pertenencia y comunidad entre sus habitantes.

Con este motivo, se abrió un concurso a partir de mayo para encontrar una denominación a nuestro barrio, hay tiempo hasta el 30 de agosto. La idea es pensar una cualidad que nos distinga y que nos permita llegar a más personas. ¿Te animas a participar?

Tenés que enviar por mail como te gustaría que identifiquen a tu barrio: MONTE CASTRO. La comisión directiva seleccionará tres nombres de los cuales se expondrán a votación a través de nuestras redes sociales. Si la opción más votada es la tuya, te podés ganar $50.000 en órdenes de compra.

¡SUMATE A ENCONTRAR UNA DENOMINACIÓN A NUESTRO BARRIO!

Por Nerina B. Pérez Fiumara