La galería de Cuenca y Nogoyá fue el lugar de encuentro para este mano a mano con Nicolás Cambiasso, el arquero del All Boys puntero del torneo de Primera B. Café de por medio, Nico habló de fútbol y también de su vida en el vecino barrio de Villa del Parque.

¿Tu sueño de adolescente era jugar en All Boys?
-Sí, uno de mis sueños. Cuando empezás a jugar, primero querés jugar en primera, después en un equipo grande, después en Europa y después en la selección. Yo digo que uno de mis sueños como profesional lo estoy cumpliendo.

¿Quién era tu ídolo de la adolescencia?
-Del fútbol en general me gustaban Gatti y Navarro Montoya por sus características. De All Boys no tuve un ídolo en particular, capaz Pascutti o Blanco del equipo que ascendió, o la época del Pirata Czornomaz.

¿Siempre te gustó atajar?
-Sí, desde los 5 años. Un día estábamos jugando y preguntaron quien quería atajar, fui y no salí más.

¿Cómo ves al equipo, puntero y máximo candidato a ascender?
-Bien, se encontró muy rápido el equipo, algo que no esperábamos porque por el parate por la violencia empezamos últimos los entrenamientos. Sabíamos que teníamos muy buen equipo y que estábamos entre los 4 o 5 mejores de la categoría. Después, cuando las cosas salen bien es más fácil corregir algunos aspectos.

¿Cuánto mérito hay del DT, José Santos Romero?
-Mucho. Primero eligió bien a los jugadores, que fue lo más importante. Apostó a un equipo, le dio confianza y nosotros le respondimos. Captamos rápido su idea.

¿La etiqueta de candidatos pesa?
-No. Estuvimos punteros 17 fechas y demostramos que tenemos la capacidad para aguantar esa linda presión. Nos tocó jugar con resultados puestos, sabiendo que teníamos que ganar para quedar punteros o para mantenernos, y lo hemos hecho.

¿Cómo se ve al equipo desde atrás? Porque desde la tribuna a veces parece que es robo.
-Lo veo muy bien, está sólido en defensa, nos llegan poco, y de mitad de cancha para adelante jugamos muy bien. El equipo ataca por todos lados pero ordenado, siempre ponemos 5 personas en ataque. Es difícil que nos agarren mal parados y eso le da confianza a los de adelante para que arriesguen un poco más.

¿Sentís la diferencia entre jugar en la B y en primera?
-Y, más que nada en el circo que rodea al fútbol. En primera te entrenás con 7 u 8 periodistas todos los días. Dentro de la cancha es igual, lógicamente que en primera tenés menos margen para equivocarte. En el ascenso, por las necesidades que hay, el grupo es más unido fuera de la cancha y conocés más cosas del otro. En primera, por ahí te hablás en profundidad con 8 o 10 de los 25 jugadores.

¿Cuál fue para vos el mejor Nico Cambiasso?
-Tuve un momento muy bueno en El Porvenir en 2001 y en Olimpo en 2006. Ahora en All Boys me llegan 1 o 2 veces por partido nada más, y tengo que responder. Yo me encuentro bien, no sé si en mi mejor momento…espero que el mejor esté por venir. Capaz dentro de seis meses ascendemos.

¿Se siente la presión de la hinchada?
-Siempre se siente. El año pasado no peleábamos por nada y teníamos que ganar igual. La gente de All Boys está cansada de jugar en la B y cuando juegan, por ejemplo, con Cambaceres, piensan que a los 15 minutos tenés que ir ganando 4 a 0 porque ellos se llaman Cambaceres. Hoy la realidad marca que están en la misma categoría. Hay que entender a la gente pero no contagiarse o nos vamos a volver locos.

¿Hubo algún DT que te haya marcado en tu carrera?
-No, de todos sacás algo. Hasta lo malo, para no hacerlo, ya sea de técnica, táctica o manejo de grupo.

Saliendo del tema fútbol, ¿Tu abuelo era dueño de terrenos en Villa del Parque?
-La familia siempre fue del barrio. Mi tatarabuelo donó lo que hoy es la plaza de Villa del Parque. Son fundadores del barrio, desde cuando todo esto era campo, principios del siglo XX.

¿Están preparando algún festejo para el centenario?
-Algunas cosas están preparando, la gente se está moviendo, está bueno. Es la historia de la familia y del barrio.
Yo quiero vivir toda la vida acá, es el barrio que me gusta. A algunos les gusta Lugano, Soldati, Recoleta…a mí me gusta Villa del Parque.
No sé si es el más lindo, pero es donde me gusta vivir. Seguiré siempre en Villa del Parque.