Si hay algo que caracteriza al barrio de Monte Castro es que es una de las Zonas más altas de la ciudad pero por suerte para sus vecinos la construcción de edificios en la zona ha generado un crecimiento de su densidad poblacional pero con edificaciones que a lo sumo llegan hasta 9 pisos.
Para evaluar los distintos barrios en forma comparativa podemos ver que por ejemplo que Palermo, Recoleta y Caballito tiene en promedio más de 1500 edificios de más de 9 pisos mientras Monte Castro solo tiene hasta 50 edificios. Los barrios vecinos de Villa Devoto, Velez Sarsfield, Floresta y Villa Santa Rita superan a Monte Castro en la cantidad de edificios de más de 9 pisos entre 50 a 100 edificios. Monte Castro, de esta manera, es considerado como un barrio que ha tenido una importante construcción edilicia en los últimos 10 años pero al no ser de grandes alturas las construcciones hacen de su reputación “un barrio tranquilo y de baja contaminación visual”.
" La Ciudad debería ofrecer zonas de mayor y de menor densidad -dice el urbanista Alberto Varas-. El problema es cómo se distribuye la relación entre edificios altos y bajos, porque el Código de Planeamiento vigente es genérico y no considera al entorno. Buenos Aires se presta para mantener bajas las áreas ya consolidadas, como Devoto o Parque Chas.
Otras zonas, como Villa Crespo o Colegiales, pueden crecer con relativa baja altura, con edificios de tres o cuatro plantas. Porque densidad no es sinónimo de altura: un tejido compacto de construcciones de cuatro pisos da mucha densidad. También hay áreas sin desarrollar, como los bordes del Sur y el Oeste con la General Paz, donde se podrían hacer viviendas. Porque sería más conveniente que los que trabajan en Capital, vivan en Capital, para disminuir los costos de infraestructura y los traslados".
El arquitecto Fernando Diez, especialista en Desarrollo Urbano, observa: "Los edificios altos están desparramados en la ciudad y eso es un problema, porque se produce la segmentación del tejido, algo perjudicial tanto para las construcciones altas como para las bajas.
La ciudad es heterogénea y hay que buscar una solución para cada área. Hay lugares donde está permitido levantar edificios y tiene sentido hacerlos. Y sitios donde ahora se permiten pero convendría prohibirlos. Los constructores compran terrenos donde ya existen los derechos de construir en altura, lo que pasa es que esos derechos no habían sido ejercidos antes. Entonces, para poder decidir estas cuestiones y cambiar la norma en función de la conveniencia urbanística, y no de los intereses particulares, hay que crear una neutralidad económica".