Gabriel Arroyo, multicampeón con Drean Bolívar, el equipo de Voley que maneja Marcelo Tinelli, es vecino del barrio de Monte Castro, y cuenta como es vivir en el barrio mientras sigue sumando títulos y reconocimientos.
Cuando se habla del voley argentino, es imposible no hablar de hombres de la talla de Marcos Milinkovic, Hugo Conte, Waldo Kantor, Daniel Castellani, etc. También resulta difícil no recordar la gran hazaña del seleccionado local en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, cuando se quedo con el tercer lugar, y obtuvo, de esa manera, la medalla de bronce. Quizás muchos recuerden estos nombres, o les venga a la memoria el logro alcanzado en tierras asiáticas, pero quizás muchos no conozcan a la nueva generación del voley argentino. Jugadores como Luciano De Cecco, Guillermo García, Lucas Ocampo o Facundo Conte intentaran superar estos logros, aunque no estarán solos. Algunos históricos como Alejandro Spajic, Pablo Meana o Gabriel Arroyo, aportaran su experiencia de cara a lo que viene. La Selección Argentina jugará, este año, la World League (Ya se habrán jugado los primeros partidos al momento de esta publicación) y el Mundial de Voley en Italia, y allí estarán estos hombres, con Gabriel Arroyo a la cabeza, una persona que, tras pelearla mucho, hoy es el Mejor Jugador de la Liga Argentina de Voley. El vecino del barrio de Monte Castro, da su parecer acerca de la Selección, su carrera, el barrio y mucho más.
- ¿Cómo ves a la selección en este momento?
- El presente es muy bueno, el hecho de poder jugar la World League es muy importante, y mas porque las finales se juegan acá en la Argentina. El año pasado, cuando jugamos en San Juan contra Francia, el apoyo de la gente nos sirvió muchísimo, así que esperamos que este año en Córdoba sea igual.
- Fuiste elegido como el Mejor Jugador de la Liga de Voley, y el Mejor Jugador de las Finales, saliste campeón de varios torneos este año con Drean Bolívar, y sos uno de los pilares de la Selección Argentina ¿Pensabas que este año iba a ser tan bueno para tu carrera?
- Uno no puede quedarse con lo que ya obtuvo, sino que tiene que aspirar a más. Si bien no esperaba obtener todos estos logros, yo me entreno con la idea de dar lo mejor de mí. El objetivo siempre es salir campeón con mis compañeros, pero si luego se dan todas estas cosas, bienvenida sean, aportan muchas mas confianza para lo que viene.
- ¿Cuáles son los objetivos de la Selección para este año?
- El año pasado tuvimos la suerte de clasificar al Final Six de la World League, y jugando en un muy buen nivel, así que este año aspiramos a mejorar esa actuación. El objetivo es entrar, al menos, a la semifinal. No solo porque somos locales, sino porque tenemos que apuntar a mejorar lo que hicimos el año pasado.
Igual, por lo pronto, tenemos en mente los partidos del grupo (Argentina jugara con Cuba, Alemania y Polonia), que nos van a servir para agarrar un buen ritmo y nos van a dar confianza para la instancia final. Respecto al Mundial, el objetivo es quedar entre los primeros seis, que seria un logro espectacular.
- ¿Y cual es tu objetivo personal?
- Mi objetivo es, de cara al futuro, llegar a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. No pude estar en Atenas 2004 por una decisión del técnico, así que trabajo para poder llegar a Londres. Voy a tener que cuidarme, porque voy a llegar medio justo con la edad.
- Saliendo del Voley ¿Cómo ves al club de tus amores, Vélez Sarsfield?
- Lo veo bien. Tiene un muy buen entrenador que sabe mucho. En la Copa Libertadores hizo un muy buen papel, pero no tuvo la llamada “suerte de campeón”. Ahora, espero, como hincha, ganar la Copa Sudamericana, que sería algo grandioso para la institución.
- Pasando al barrio ¿Cómo ves al barrio de Monte Castro? Sabemos que sos cliente de la parrilla de Horacio, en Jonte y Allende.
- Me gusta mucho el barrio. Me mude hace un tiempo desde Ciudadela, y la verdad que lo disfruto mucho. Obviamente, una de las mejores cosas que tiene el barrio es la parrilla de Horacio, y los sándwiches que hace, que son una locura. Además, me gusta recorrer el barrio y llevar a mi hijo a las plazas de la zona. Reafirmo que disfruto mucho del barrio, estoy muy cómodo viviendo acá.
Después de una larga charla, Gabriel posa con la Revista y con la camiseta que tantas alegrías le dio, no solo por los títulos o los galardones, sino porque gracias a esa camiseta, alimenta sus sueños de Selección. Tanto los sueños tangibles, como lo son su participación en la World League y en el Mundial, sino también aquel que parece lejano, aquel que lo desvela y que solo podrá cumplirlo en la ciudad de Londres. El sueño de jugar un Juego Olímpico. Desde esta revista, el apoyo para que se cumpla ese sueño es incondicional.