Durante los meses de Enero y Febrero los vecinos del barrio disfrutaron de una movida veraniega en nuestro barrio:
Monte Castro Playa.
Reposeras, sombrillas, duchas para refrescarse del calor, clases de baile y de gimnasia, actividades culturales, espectáculos en vivo y muchos otros entretenimientos más hicieron que el verano en el barrio sea distinto.
La movida del verano consistió en una oficina móvil del gobierno donde uno podía pasar a retirar una sombrilla, reposera o sillas para tomar sol a cielo abierto en la plaza. Además se instalaron baños sanitarios para cada uno de los “turistas” barriales.
Desde las diez de la mañana hasta las ocho de la noche de Martes a Domingo, a partir de esta iniciativa del Gobierno de la Ciudad deBuenos Aires, los vecinos pudieron divertirse y disfrutar de la plaza transformada en solarium.
Además, se pudo escuchar música en vivo, hacer deportes, tomar algo con amigos, etc.
Erase una vez una playa en Buenos Aires…
Esta innovadora idea surgió en París hace seis años y luego se vio replicada con éxito en distintas ciudades del mundo como Roma, Tokio, Berlín, Bruselas, Ámsterdam, Viena y Praga, entre otras. El año pasado la idea llegó Buenos Aires y para miles de vecinos el verano dejó de ser esa época donde el calor agobia para ser la estación del año más divertida y vivible.
Casi un siglo atrás, la Ciudad no necesitaba de playas artificiales. Los balnearios frente el Río de la Plata eran el refugio natural para pasar el verano. Y uno de los más populares era el de Costanera Sur.
Fue inaugurado en 1918 y hombres y mujeres se bañaban por separado, como marcaba una ordenanza municipal. Los habitué contaban con casillas, para cambiarse y guardar sus pertenencias.
Y en los alrededores se construyeron confiterías que también fueron famosas, como la Munich, hoy sede de los museos de la Ciudad.
La del 30 fue la década de esplendor del balneario; en los 70 se prohibió nadar en el río debido a la contaminación y en los años siguientes su convocatoria comenzó a apagarse. Poco después se inauguró la Reserva Ecológica y entonces el río se alejó aún más de la Ciudad.
Este año la playa se acerco a la plaza Monte Castro que convertida en solarium propuso un verano diferente.