Revistas de Monte Castro


Revista Nº 55


Revista Monte Castro Nº55

NOTAS:


Llegando al cincuentenario de la pizzería que fue declarada ‘Sitio de Interés Cultural’ por la Legislatura Porteña en el año 2006, nos acercamos a hablar con Sebastián Purdon, nieto de Perfecto Purdon, y uno de los actuales dueños de la pizzería que es atracción en el barrio. Entre platos, cubiertos y vasos que suenan, mozos y empleados que mantienen el orden y la limpieza antes de que al mediodía comiencen a llegar los primeros clientes del día, Sebastián nos dio su palabra en una de las mesas del lugar:

¿Qué fue lo que los movió a tu abuelo y sus socios a realizar este emprendimiento?
La pizzería ya existía desde antes, pero mi abuelo Perfecto, junto a Manolo Montañes, Manuel y Andrés Iglesias y Cholo Verssace formaron una sociedad en 1962 y decidieron poner la pizzería que estaba en el mismo lugar que estás vos hoy. Antes acá se bailaba tango, después estuvo la pizzería y estos cinco hombres le dieron otra identidad al antiguo ‘fortín’.

Inevitable preguntar, ¿Por qué el nombre?
Tiene que ver un poco con Vélez y también porque en las épocas en que fue fundada la pizzería acá no había nada, excepto la entrada a esta zona y estaban los controles, que eran en ‘El Fortín’.

Durante 50 años han recibido personajes famosos que no quisieron quedarse con las ganas de probar la deliciosa pizza, ¿Recuerdan a alguien de manera especial, a alguien cuya visita los haya sorprendido?
La verdad han pisado muchos la pizzería, gente como Macri, Ibarra, Maradona, y nosotros los atendimos por igual. Una de las visitas más gratas fue la de Capussoto, alguien muy simpático y generoso y también la de Fito Páez.

¿Son de Monte Castro?  Ya sea fundadores como empleados...
Mirá, yo vivo en Luján y tanto dueños como empleados vivimos en lugares variados, Ituzaingó, Ramos, somos todos de lugares diferentes ¡Una mezcolanza! Entre 4 y 6 son del barrio de los que trabajamos acá. Manuel y Andrés sí son de por acá. Yo ahora estoy viniendo más seguido para este lado pero la realidad es que venimos de lados distintos.

Me decís que hay gente del barrio, ellos, ¿Notaron cambios en el barrio?
Sí, tanto ellos como mi abuelo que también formó parte de este proyecto desde que nació. Por ejemplo en los primeros años de funcionamiento de la pizzería acá no había nada, sólo un cine, una farmacia y ahora hay negocios, está lleno de bancos y también hay muchísima más gente que antes.

¿Qué les generó el hecho de ser declarado como Sitio de Interés Cultural?
La verdad, mucha satisfacción porque después de tantos años de esfuerzo y trabajo, que te lo reconozcan de esa manera es algo realmente impagable.

Después de tanto tiempo, ahora ¿Quién se encuentra a cargo de semejante pizzería?




Sebastián Purdon

Ahora la llevamos adelante Mi tío Bernardo, mi papá Sergio y yo.

Cada persona que viene se va llena, contenta y recomienda la pizza, dicen que tienen la mejor faina y las especialidades son deliciosas… ¿Cuál es el secreto para tanto éxito?
No te voy a mentir ni esconder nada, el horno de leña es lo que la hace diferente.
Tené en cuenta que es una de las pocas pizzerías que quedan que usan este tipo de horno y no a gas.
No tenemos ingredientes especiales ni nada por el estilo, otra cosa por la que creo que pasa el éxito es la manera de atender, tenemos empleados de hace 30 años que crecieron con nosotros y todos tenemos en claro cual es la mejor forma de tratar a la gente, es como algo muy familiar.

Para terminar, ¿Recordás alguna anécdota estando acá adentro?
¡Uuuuy! Un montón, graciosas y no. Una que recuerdo que es bastante reciente (del año pasado)  y me encantó haber estado fue como te contaba, el día que vino Capussotto.
Vino, se sentó en la mesa y de golpe la gente lo empezó a saludar y él no tenía ningún problema, es más, se puso a hacer los personajes que caracterizaba y nos hizo pasar un lindo rato a todos los que estábamos ahí.


Se vienen los 50 años, ¿Cuáles son los preparativos?
(Se ríe) Es sorpresa, pero invitamos a quienes quieran festejar el aniversario con nosotros el día martes 27 de marzo de 20 a 22 horas que va a ser una gran celebración. ¡Sólo eso puedo decir!
En el portal oeste de Monte Castro, emerge como orgulloso enclave el  Café “Olimpo”, a los efectos de dar la bienvenida a los viajeros que por ese extremo desean ingresar a nuestro preciado barrio.

“Olimpo” fue fundado allá por 1950 cuando Zeus decidió bajar a la tierra a tomar café, y encargó a Afrodita inspirar un bello lugar para que Don León Heras le diese forma,  unificando bajo un mismo nombre un homenaje al equipo de fútbol que tenía su cancha entre Irigoyen, Arregui, Ruiz de los Llanos y Nazarre, con el de la morada de los dioses greco-romanos.

Luego fueron Pablo Sola e Ignacio Sánchez los hombres que regentearon el divino lugar, para dar paso al bandoneonista Ignacio Zárate en las riendas del espacio. Las musas del arte inspiraron a Zárate, quien llevó al Café, estar abierto las 24 horas, y darle un claro cariz tanguero, hasta que luego, este destino de errante conducción recayera en el ibérico Pablo Sanchez, quien le dio la estética definitiva que hoy conserva bajo la administración de su hija Mabel y su esposo Horacio Camilloni, ambos muy amables, de trato fraternal, y amor infinito por la preservación y cuidado del bar, tanto así como de sus clientes, habituales y furtivos.

Los hallazgos que se pueden encontrar en “Olimpo” quizá estén signados por los propios vecinos de Monte Castro y su periférico  barrio de Versalles, quienes aparte de concurrir, llevan y aportan antigüedades y excentricidades que lo vuelven un entretenido lugar de obligada visita. Pueden encontrarse desde un viejo televisor “CBS Columbia” que sugiere ser el primero del barrio, un cambinado, un tocadisco, tapas de long plays de época, una colección de antiguas piezas de automóviles,  fotos de Gardel, Olmedo, Porcel, de la vieja estación Versalles, y hasta una en la que se puede apreciar a un joven y carilindo Julio César Falcioni, reciente campeón como DT de Boca y Banfield y ex arquero de Vélez.

También puede leerse una crónica del año 1956 donde se relata un asalto cometido al lugar,  y el flamear de banderines de Independiente y Vélez Sarsfield….
Bajo guarda, en una vitrina, existen autitos en escala, una picadora manual de carne, un rallador de pan y otro de queso, un pisapapas y varias reliquias domésticas, que sólo sensibles corazones pueden atesorar como testigos mudos de tiempos idos.
Los Dioses Olímpicos, a veces han tomado forma de humanos y bajaron a est bar, que Zeus entronó en la esquina de Irigoyen y Arregui, y se mostraron como el “Polaco” Goyeneche quien disfrutó de los magníficos ventanales, o el excelente comediante y cantor de tangos Adolfo García Grau, como florido anfitrión del espacio. 
También se personificaron en consagrados artistas, durante la filmación de “Esperando la Carroza”, y eligieron este lugar de Monte Castro para reponer energías, se los pudieron ver como Alejandro Doria, Luis Brandoni, Betiana Blum, Julio de Grazia y Enrique Pinti, entre otros.

Vale destacar que los placeres  del lugar remiten a exquisitos desayunos, preparados sin ahorrar elementos por su propia gente, que integra como una familia a los clientes. 

Es un clásico de la zona el desayunar en Bar leer el diario, conversar y ganar amistades, así como también apropiarse del mismo “Olimpo”, y aquerenciarse como si fuera el propio hogar.

Bar El Olimpo

Bar El Olimpo

Bar El Olimpo

Mabel y Horacio, contribuyen a crear el cálido clima que se traslada de padres a hijos, de familia en familia, de generación en generación.
De más está decir que este precioso bar, tiene el hechizo de enamorar, que quienes pasan por Irigoyen y paran azarosamente a tomar algo, como si fuera un designio, vuelven reiteradas veces para disfrutar y seguirlo descubriendo.

Por cierto que “Olimpo” es un notable bar de Monte Castro, y un orgullo el poder disfrutar de él, al punto que se formalizó éste hecho cierto cuando la Ciudad de Buenos Aires, diploma en mano lo reconoció como Bar Notable de la Metrópoli.

Es un convite necesario para los vecinos del barrio que lo conocen, y más aún para aquéllos que  no lo descubrieron, el visitar el lugar con sus amistades, y sentirse como deidades reveladoras de uno de los tesoros más entrañables que puedan ofrecerse.
Escuela Monte Castro


El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires propuso hace unas semanas atrás, el cierre de 221 cursos en las escuelas porteñas. La Escuela de Jornada simple N°3 D.E 18 ‘Monte Castro’, si bien no está entre esas 221, se encuentra comprometida en la causa para colaborar con aquellos establecimientos que están al borde de ser arrancados de su lugar de origen.
Liliana García (Directora), Rosa Maqueira (Vicedirectora) y Sonia Mugerli (Secretaria) son la cara visible del colegio, y nos cuentan un poco lo que están viviendo en estos días de incertidumbre, en los que sólo piensan en pelear y mantener en pie la escuela con más historia en el barrio.

¿Cómo está compuesta la escuela?
LG: La escuela es de Jornada Simple, con 7 grados a la mañana y otros 7 a la tarde, y siempre fue una escuela de pocas matrículas.
RM: Es de pocas matrículas porque en el barrio se caracterizó por ser una escuela contenedora, para aquellos chicos que más lo necesitaban. Los maestros abarcan los casos particulares y se toman el tiempo de estar con cada chico. En este contexto, es muy valiosa para estos casos especiales, si es por un número no significaría nada. […]

¿Cuán perjudicial sería para esta escuela el cierre o fusión?
LG: Todavía no estamos en el listado de las 221, pero sabemos que estamos en la mira y si no es en este momento, más adelante será. A los padres les decimos que hoy no tenemos el problema, pero no sabemos que van a hacer más adelante[…] Si fusionan turno mañana con turno tarde, acá no dan los salones para poner tantos chicos, 30 chicos no entran, es complicado.
SM: Además no hay comedor en la escuela si se llegara a transformar en J.Completa, la cocina es chica y ahí se hace la leche, no se podría hacer la comida para tantos chicos
RM: Los padres por algo eligen jornada simple, porque los chicos hacen actividades fuera del colegio y tienen otra vida. Si fuera J Completa, ya no sería lo mismo, no pueden mandar al chico a otro lugar.
LG: Debido a esto, muchos padres dicen que van a sacar a los chicos del colegio, porque como tienen muchas cosas para hacer todos los días, prefieren Jornada Simple.
¿Los chicos están al tanto de todo lo que pasa?
LG: Si, les hablamos a ellos, a los padres y a las maestras. En la caravana que hicimos hasta el Distrito Escolar fuimos la escuela que tuvo más movilización de personas, incluyendo maestras, padres y alumnos.
RM: Dejaría de ser la escuela Monte Castro, nos mueve a todos los que formamos parte de ella. Ya sea con la fusión de dos escuelas o de Jornada Completa, sería otra cosa completamente diferente.

¿Qué apreciación tienen acerca de la justificación del Gobierno sobre el faltante de maestros en el Sur de la ciudad?, ¿Cuál sería la solución que ustedes propondrían?
LG: Yo conozco el sur porque trabajé ahí, si bien es cierto que tienen 30, 40 chicos no creo que esta sea la solución. La solución sería hacer más escuelas cerca, desdoblando esos cursos tan numerosos. No sería mandar maestros de diferentes zonas, porque por algo los maestros eligieron las zonas que eligieron y tampoco enviar a los chicos a donde les quede lejos.

RM: Otra pregunta que nos hacemos, es que si cierran escuelas y quedan deshabitadas, ¿Qué van a hacer ahí? Hay muchos negocios que pueden hacer ahí. Me parece que el objetivo de Sarmiento de hacer escuela pública y para todos se está perdiendo y nos pone muy tristes.

¿Cuál es su palabra para con los padres para garantizarles que van a hacer lo que se pueda y dejarlos un poco más tranquilos?
LG: Mirá, hoy por hoy no podemos garantizar nada en este país, les decimos que hoy por hoy no estamos en el listado pero no podemos quedarnos tranquilos. El día 29, les informamos que va a haber un abrazo a las escuelas perjudicadas en la Legislatura a las 15:30. Hasta que no vengan con un papel firmado por la Legislatura diciéndonos que no van a cerrarnos los grados lamentablemente no voy a quedarme tranquila.
RM: Todo esto viene por el número, no por el contexto. No se analiza que en un grado de 14 chicos haya 3 o 4 con dificultades que no se los acepta en cualquier escuela. Vienen a las escuelas públicas porque acá se los incluye y si ves el número si, son 15 vamos a cerrar el grado. En ese sentido, no se tiene en cuenta lo demás.
SM: Lo que hacemos con los padres es informarlos, mantenerlos al tanto de lo que está pasando en la escuela porque en los noticieros no se dice nada sobre esto. Es para hacerles saber que uno no se queda quieto frente a esta situación.

Para finalizar, ¿Qué significa la escuela para ustedes y cuánto cambiaría a partir de esto?
LG: Este es mi 2do año en la escuela, pero le tomé un gran cariño al personal y a los chicos. Acá paso muchas más horas que en mi casa y cuando estoy en mi casa, sigo pensando en la escuela. Estoy al final de mi carrera pero si la transformaran me daría mucha pena porque tanto la escuela, como las personas que pasaron por acá tienen historia y ésta se perdería. Si se fusiona, cambiaría completamente y tendría que arrancar con otra historia diferente y la verdad me pone muy triste.
RM: Es que es eso, perder historia. El establecimiento tiene más de 125 años y ha sido la escuela del barrio, lleva su nombre. Tiene tanta historia, que se transforma en otra cosa y te da una sensación de angustia, inseguridad y dolor. Es una escuela caracterizada por tener buen clima, amor entre los alumnos y los maestros y perder todo eso… duele adentro.
SM: Un poco lo que dijeron ellas, el tema también en la escuela pública es que hay diversidad, un recorte de la población. Que ahora se quiere cambiar y hacer diferente, algo nuevo. No se en que se basan para hacerlo mejor, ¿por qué no cambiar lo que tenemos y hacerlo mejor? ¿Por qué no ayudar para hacerlo mejor? Acá tenemos cantidad de chicos de todas las comunidades y también con problemáticas que son del barrio, y si cambian todo eso, es perder parte del barrio.

En una charla impregnada de emociones, pudimos conocer otro lado de unas simples mujeres que están al mando de una escuela que es histórica en el barrio, también declarada sitio de Interés Cultural en el año 2003. Les agradecemos a ellas por abrirnos las puertas y ser tan abiertas con nosotros.