Mónica González, esposa de José María Listorti, contó cómo es vivir en un barrio que está más bien alejado de lo que es la locura de la gran ciudad. Con toda una vida en Villa del Parque y Devoto, Mónica afirmó: “Me gustó el lugar, me gustó la gente, así que decidimos quedarnos acá”.
¿Vivieron siempre en Villa del Parque ustedes?
En realidad somos de Devoto, ya que vivimos cruzando Beiró, pero Jose nació prácticamente en Villa del Parque, vivió toda su vida acá. Cuando se mudó soltero, lo hizo a un departamento en Villa del Parque, siempre buscamos por la zona porque a él le gustaba el barrio y tiene todos sus amigos acá. En el momento en el que me puse de novia me vine a vivir con él, me gustó el lugar, me gustó la gente, así que decidimos quedarnos acá.
¿Conocen Monte Castro?
Jose sí, yo no tanto, porque como ando mucho con el nene prefiero andar por estas zonas, más tirando por Devoto y Villa del Parque. Jose sí conoce la zona y también le gusta.
¿Qué les atrae de la vida de barrio?
A los dos nos atrae el saber que salís y ves caras conocidas, los vecinos de siempre, gente grande que tiene sus hijos y sus nietos y todos nos encontramos, viendo cómo se van desarrollando sus vidas. Vas a la plaza y te encontrás con los papás de tus amigos, con los papás de los amigos de tus hijos, es como una gran familia y eso me gusta. Además lo cotidiano de tener esa bicicletería y zapatería del barrio, ver esos negocios que están hace años y que los maneja la misma gente.
Es conocida la fama de Jose, pero ¿vos cómo lo llevás desde que te disparaste en el Bailando? ¿sentís que si estuvieras en otro barrio la exposición sería mayor?
Nunca me di cuenta de eso, la exposición la siento cuando salgo del barrio, cuando voy a lugares con gente que no conozco. Acá la gente que me saluda es la que me conoce desde siempre, desde antes del Bailando e incluso desde antes que me case. Sí cuando salgo o voy a otro lado me dicen “te conozco de algún lado…” y ahí uno se da cuenta de que hubo un impacto importante, pero en mi vida cotidiana no lo noto.
¿En qué estás trabajando?
Bruno todavía es bebote, cumplió un año, y ahora recién voy a empezar a reinsertarme para ponerme en forma, volver a tomar clases de baile, y ver si audiciono de vuelta para alguna obra de teatro o algo.
Lo que tenemos como familia es que nos complementamos, al Jose tener tanto trabajo de golpe, soy yo la que tiene que quedarse más en casa. Cuando Jose tiene menos laburo trato yo de reinsertarme porque sino la familia queda sin brújula, los chicos necesitan llegar a casa y que estén sus papás.
Yo siempre me lo tomé más relajado porque no estoy acostumbrada a la exposición como Jose.
¿No estás acostumbrada porque no te gusta o porque no es algo típico de una bailarina?
A mí me gusta todo lo que tenga que ver con la actuación y el baile, lo que conlleva esa exposición –no de que te saluden en el barrio, sino esa exposición mediática- que es como la de Jose, que es muy fuerte, no tanto, porque si dice o tuitea algo todos se enteran. Ese tipo de exposición me abruma, me siento muy invadida. Si sos famoso es una consecuencia, es algo que sí o sí viene y eso me asusta a veces.
¿Cómo manejás ese tema con los chicos?
Ellos lo llevan bien porque el grupo de amigos lo tratan como un igual. Saben que el papá trabaja en la tele, pero todavía son chicos muy chiquitos, tienen cinco años, por eso es que aún no toma dimensión de lo que es el papá. Le parece normal que trabaje en la tele o en el cine y que lo vean y lo conozcan… Con el pasar de los años se irá dando cuenta y acostumbrando.
¿Qué se viene para el 2015 entonces?
Tengo ganas de volver a bailar, pero los nenes me tiran. El tiempo pasa, los chicos crecen rápido y yo soy joven, así que de a poco se acomodarán las cosas.