Gustavo Vilares, Verónica Torres y Marta Aylán son vecinos del barrio y, pese a tener distintos trabajos y personalidades, juntos luchan por una meta: la no-violencia.
No hay noticiero que no hable de hambre, pobreza, inseguridad, guerras; un sinfín de elementos negativos para nuestra sociedad. Aunque no se sepa, es un tema preocupante y es por eso que las Naciones Unidas ha tomado cartas en el asunto, y se trata de promover la no-violencia.
La misión llegó a Monte Castro de la mano de Gustavo Vilares, Verónica Torres y Marta Aylán, tres vecinos del barrio con diferentes profesiones, ideologías y personalidades, pero que tienen en mente un solo objetivo: cambiar el mundo desde uno mismo profesando la no-violencia, cuyo día se celebra el 2 de octubre.
Gustavo comenzó con el relato para contar de qué se trata esta iniciativa poco común: “Lo que estamos proponiendo es el tratar de instalar en el barrio el tema de la no violencia, porque la violencia y la inseguridad son moneda corriente, pero lo que no sabe la gente es que hay métodos para mejorar la sociedad desde la no violencia, no es de nuestra época sino que viene desde las religiones y las diferentes ideologías sociales. El objetivo es que eso pueda llegar a las instituciones educativas y a los medios.
Nosotros empezamos hace unos años en el barrio a salir y tomar contacto directo con los vecinos. Lo que nos nuclea este aporte tiene que ver con algo que va a ser positivo para todos. Nuestra propuesta es invitar a diferentes instituciones de barrio a que nos acompañen.
El año pasado hicimos una encuesta, hacemos talleres y encuentros, y este año queremos hacer una caminata y repetir la encuesta para darle visibilidad a la cuestión. Es algo que se está haciendo en muchos países y que conecta al barrio con algo internacional.
Verónica, por su parte comentó que lo suyo tiene que ver con ayudar al “que quiere un futuro en el que la violencia se suprima y se transforme. Hay violencias de género, económicas y con esto esperamos que el cambio sea una posibilidad, que el mundo quiero para mí y para mis hijas y nietos sea otro. Instalar algo que no es visible. La no violencia piensa al ser humano como ser único, de alegría, de tener amigos y de valorar la amistad, de ayudar y querer al otro. Son cosas que no son muy promovidas en la tele.
Por último, Marta contó su versión sobre el tema y afirmó que “la gente no sabe que hay recursos para superar la no violencia, empieza por uno mismo. Mi mentor es Silo (al igual que Verónica) y creo que se trata de ver la vida desde otro lado, de transformarnos a nosotros para entender a los demás. Es mentira que no hay maneras de erradicar la violencia, se pueden hacer muchas cosas y desde lo más simple. Tratamos de hacer reuniones semanales para hablar de estos temas, pero sobre todo de las ganas que tenemos de cambiar al mundo”.
Entonces, la idea de todos es hacer partícipes a los vecinos de Monte Castro en este nuevo y revolucionario movimiento, que promueve los valores del amor. El 2 de octubre es el día y, desde Segurola hasta Bermúdez, aproximadamente, esperan realizar la caminata por la no-violencia.